jueves, 19 de agosto de 2010

ARTE ROMANICO

Posee las cualidades nobles y los vicios radicales del estilo que imita y de tal modo las retiene que muchas de sus obras podrían pasar perfectamente como bizantinas pues sólo leves diferencias las separan de ellas. Se desarrolló principalmente en Italia donde fluían los artistas bizantinos en gran número huyendo de la persecución iconoclasta y donde encontró más imitadores que en otras partes el mosaico bizantino. Y como éste, que servía de modelo a los artistas no se presta con facilidad a la expresión de los rostros ni a la soltura en el plegado de los paños ni a la bella perspectiva como un buen pincel cuando imita la Naturaleza, de aquí el adolecer las pinturas italo-bizantinas de los defectos antes observados en los mosaicos de Oriente. Se hicieron con el mencionado estilo diferentes mosaicos, pinturas, murales y cuadros con fondos de oro y pasan como típicos ejemplares entre los que hoy existen, entre otros muchos, los siguientes:

• Los mosaicos de la basílica de Santa Inés (extramuros de Roma) del siglo VII
• Algunos frescos de las criptas de San Cornelio y Santa Cecilia en las catacumbas de San
• Calixto, de los siglos VI y VII
• Los de la basílica subterránea de San Clemente, del siglo IX
• Los de San Lorenzo extramuros, del XI

No faltan ejemplares en esta última época en Italia que revelan su independencia del bizantinismo y conservan mejor la tradición romana, debiendo llamarse por lo mismo románicos. Tales son por ejemplo

• Los frescos del monasterio de Volturno
• Los frescos de la iglesia de San Elías en Nepi
• Los mosaicos de la catedral de Aosta

Milagro de los panes y los peces